Combinando elegancia, atemporalidad y exquisitez, la serie Ludo reinterpreta el clásico de 1934 de Van Cleef & Arpels. La pulsera Ludo lleva el nombre de Louis Arpels, miembro de la primera generación de la Maison. Ha sido ampliamente favorecido desde su introducción. Su forma evoca el popular accesorio de moda de la época: el cinturón y su red natural e incrustaciones. El cierre de piedras preciosas es único y hace que el reloj sea aún más excepcional. Inspirándose en la pulsera Ludo, la Maison creó el primer reloj secreto Ludo en 1935.
Este año, Van Cleef & Arpels utiliza el exquisito diseño del oro amarillo guilloché para interpretar el nuevo reloj, dándole un nuevo estilo estético. El oficio del guilloché se hereda de los orfebres y plateros y se puede utilizar para tallar finas líneas paralelas en la superficie de metales preciosos, piedras preciosas o nácar. Desde la década de 1910, la Maison ha utilizado el grabado guilloché en accesorios, objetos preciosos, joyas y relojes, y hoy en día, esta artesanía tradicional también inspira nuevos patrones. La Maison utiliza este proceso para decorar este reloj con un patrón de sol radial, creando cambios sutiles en luces y sombras, mostrando la belleza dinámica y siempre cambiante de cada gesto. Relojes de imitacion.
Los dos relojes de joyería de alta gama de la serie secreta Ludo están hechos de oro rosa, con zafiros rosas o diamantes cuidadosamente engastados en estado radial, que florecen gradualmente con un brillo deslumbrante desde el centro hacia afuera. Para crear efectos visuales tan exquisitos, los expertos en gemas de Maison dedicaron su artesanía a reunir piedras preciosas con brillo y color armoniosamente combinados. La malla está unida como ladrillos para formar una estructura tan delicada como una serpiente, haciéndose eco de la forma del cinturón de la obra original. Cada bisagra se ensambla con manos hábiles, entrelazando un diseño suave y ágil, como una gasa cuidadosamente tejida. Van Cleef & Arpels se adhiere a la tradición de los relojes ocultos y oculta cuidadosamente la esfera de nácar blanco tallada en guilloché. Sólo después de presionar simultáneamente dos botones engastados en pavé se puede revelar lentamente el secreto del tiempo.